COMUNICADO VECINAL ANTE LA DEGRADACIÓN DEL CARRER PERE IV
Los vecinos del carrer Pere IV entre Zamora y Ávila queremos expresar nuestro malestar y emitir una queja oficial ante el descontrol que hay en estas calles debido al ocio nocturno.
Gritos, música a todo volumen, botellones masivos y suciedad son la norma en estas calles. comprendidas en Pere IV entre el carrer Zamora y el carrer d’Álaba.
Esto demuestra claramente la relación que hay entre estos disturbios y los bares ubicados en esta área, una relación que no es un secreto para nadie y que viene de largo. Los encargados de estos negocios afirman no ser responsables de lo que ocurra de puertas para afuera, pero es habitual ver a algunos de sus clientes con las bebidas en la calle o apoyados en los coches con la música a todo volumen.
Estas calles no son un polígono industrial, este es un barrio residencial obrero, con gente que trabaja y que madruga, un barrio en el que viven numerosas familias, gente mayor, bebés..., vecinos en situación de indefensión que tienen que ir a trabajar con pocas horas de sueño, que no pueden descansar debidamente en los días que les corresponden, o que tienen que aguantar cómo el sueño de sus hijos se interrumpe bruscamente por el enorme desorden que tiene lugar en estas calles.
Siempre nos han enseñado que la libertad de unos acaba donde comienza la de los otros. Todos somos sujetos de derecho, pero el derecho de unos a montar sus negocios o pasarlo bien no puede confrontarse con el derecho de los otros a disfrutar de su debido descanso. A todo esto hay que añadir que todas las viviendas de esta zona pertenecen a construcciones con más de cien años de antigüedad, sin ningún tipo de insonorización. Esto no es responsabilidad de nadie, pero es una realidad incuestionable que debería tenerse en cuenta antes de dar o renovar licencias para según qué negocios.
El hecho de conservar abiertos estos bares y mantener esta zona como uno de los centros del botellón de Barcelona, está acarreando consecuencias en la salud de sus vecinos y en la degradación de un barrio que amanece cada mañana en unas condiciones higiénicas lamentables, con sus calles salpicadas de vómitos, orines, montañas de basura y cristales (con el peligro añadido que estos tienen), y por supuesto con todas las fachadas pintarrajeadas.
La policía no suele pasar por estas calles a no ser que se la llame expresamente, y a veces hay que aguantar varios días con las calles llenas de basura hasta que vuelve a pasar el camión, pero en cualquier caso estimamos que este es un problema que hay que solucionar de raíz, y no sólo con más presencia policial o más frecuencia en la limpieza (algo que también sería muy necesario). Por ello, elevamos esta queja al Ayuntamiento de Barcelona y al Consell de Barri, y solicitamos a estos organismos que tomen medidas urgentes para solucionar una situación que se ha hecho insoportable.
Atentamente, los vecinos:
80 firmas.
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